jueves, 14 de marzo de 2019

Análisis de fuerzas aplanadoras según Friedman



Abstracto
A partir del escogido de una de las diez fuerzas aplanadoras descritas por el columnista de política mundial del New York Times; Thomas Friedman, en su obra: “La tierra es plana” (2006), se esboza el presente ensayo, considerando varias preguntas guías que llevan al análisis del tema  evaluando y contrastando el conocimiento previo sobre la fuerza aplanadora seleccionada, identificando lo aprendido y señalando la utilidad en la aplicación de este contenido revelador que nos presenta el autor.
A partir del capítulo cuatro, Friedman escribe sobre las diez fuerzas que aplanaron la tierra. Al utilizar la palabra aplanar, se refiere a la ruptura de la frontera existente entre las naciones para surcar los senderos a un fluir de libertad y sin restringir el capital financiero, el conocimiento, fuerza laboral y por último los seres humanos. Esto comenzó los ochenta, con la producción mundial de las ‘PC’ o computadores personales, facsímiles, sistemas operativos, y dispositivos que se conectaban a la red telefónica mundial que invadió electrónicamente a las naciones anexadas al comunismo que en aquel momento utilizaban el control de la información como parte de sus estrategias.
Basado en los breves datos que se han expuesto anteriormente, la fuerza aplanadora seleccionada, será el evento número uno en la lista de Friedman (2006); la caída del Muro de Berlín.  Acontecido a la fecha del 9 de noviembre de 1989, este acontecimiento histórico, sin lugar a dudas, liberó a los cautivos de la antigua Unión Soviética favoreciendo las posiciones pro democracia y mayores libertades de mercado (Mengo, 2010). Esto permitió que la información fluyera entre las personas con mayor rapidez, acomodando el camino a la creación de patrones sobre temas como la economía, la contabilidad, la industria de la banca, cálculos en la bolsa de valores, la redacción de informes sobre economías, y otros. Dijo Friedman (2006): “En primer lugar, la caída de los muros, la apertura de las ventanas, la digitalización del contenido y la propagación del navegador de internet (LT: de la plataforma basada en PC/Windows a la basada en el navegador/Netscape y luego Explorer), conectaron, sin fisura alguna, a las personas entre sí como nunca en la historia.”
¿Qué sabías antes de leer a Friedman sobre la fuerza aplanadora que has seleccionado?
Si vamos a la realidad absoluta, en los análisis académicos que hemos esbozado en pasadas jornadas universitarias, es la primera vez que profundizamos en este tema, aplicado específicamente al componente educativo. Siendo que provenimos del área de administración y gerencia de empresas, hemos estudiado éstas fuerzas desde un punto de vista financiero. Considerando las implicaciones económicas del evento a la luz de los movimientos y reacciones  políticas que desencadenaran a partir de ello.  
Debemos considerar además, que para el tiempo de la caída del muro de Berlín, conocido oficialmente como el Muro de Protección Antifascista (Antifaschistischer Schutzwall) por la socialista República Democrática Alemana (RDA), contábamos con alrededor de trece años de edad.  Y en aquel tiempo, (comparando los accesos tecnológicos del pre adolescente de esa edad en nuestro actual 2015), los medios de comunicación tecnológica no estaban al alcance del comercio doméstico. Y los datos de un evento histórico de esta índole, no eran esparcidos con la rapidez y accesibilidad con la que cuentan los jóvenes de hoy.
¿Qué aprendiste?
Mediante el estudio de la fuerza aplanadora elegida, según Friedman (2006), hemos aprendido que quienes realmente fueron los pioneros en discernir el aplanamiento del mundo fueron Marx y Engels (1848), partiendo de que en el manifiesto comunista ellos predijeron que el capitalismo, la clase social del régimen capitalista y la revolución industrial extinguirían los muros, fronteras, roces y bloqueos a hacer negocios  globalmente, aunque ello conllevara a que se incrementara la explotación tanto de la clase trabajadora privada, como del patriotismo y de principios religiosos. Todo esto producto del incremento de las relaciones de negocios a nivel global que por consecuente le dan fuerza a teorías de “marketing” y ventas tanto de bienes como de servicios. (Curioso que Marx y Engels razonaban esto desde 1848, y casi 167 años, aún existen limitaciones comerciales de índole política, como por ejemplo las relaciones de comercio entre Cuba y los Estados Unidos, pero eso es otro tema).
¿Para qué te sirve lo que has aprendido?
En la actualidad la toda industria y disciplina, incluyendo la educación, se encuentra tambaleándose entre las teorías de oferta y demanda. Esta nos dicta que  la mejor manera de formar las clases medias es hacer que tanto los bienes como los servicios sean menos costosos, debido a que ello incentiva a que se consuma más. Aunque por otra parte, esto causa que las empresas se vean obligadas a entrar en la competencia, hacer ajustes en la nómina y los salarios de su empleomanía.
Esto, a su vez, nos sirve para despertar el pensamiento analítico y sopesar que tan beneficiosa ha sido esta revolución industrial y la manera en que las potencias financieras del mundo la están manejando. O si por el contrario, la extinción de los muros y barreras comerciales ejercían algún tipo de función catalítica que hubiese controlado las crisis económicas que estamos experimentando hoy.
¿En qué lo puedes aplicar?
Friedman (2006) presenta la globalización como un componente que genera competencia. Desde ese punto de vista, entendemos que lo expuso como una desventaja o una deficiencia.  Si lo aplicamos a la realidad económica del 2015, partiendo de la crisis económica del 2008 con la caída de la bolsa de valores y el impacto de la quiebra del Lehman Brothers, habría que analizar qué tan certera es la exposición de Friedman sobre la globalización. Quizás Friedman cometió un error al elogiar la deslocalización y las ventajas de la globalización, si utilizamos como argumento lo que pudimos experimentar en la crisis del 2008.
Según Joseph Heath un autor canadiense que embistió contra los postulados de Friedman su libro "Lucro sucio" (2009), contra "La Tierra es plana" (2006) porque según su criterio,  Friedman es alarmista por exponer la globalización como una desventaja y porque fomenta la competitividad y no ve la globalización como una ventaja comparativa.
Heath (2009) expone que Friedman (2006) es un escritor perteneciente a un gremio académico que cree en el mercado libre, pero en su libro expresa que hechos han demostrado que la globalización ha resultado desastrosa, sobre todo para la clase trabajadora de América, que han sufrido el embate de la baja de empleos por la globalización de servicios hacia países que cuentan con el recurso humano dispuesto a hacer el mismo trabajo por mucho menos (Mengo, 2010). Y no solo la clase trabajadora se afecta, sino también en los países donde trabajan por menos, tal ventaja competitiva no dura mucho tiempo, porque inmediato surge otro proveedor de recurso humano aún menos caro y por consecuente, las empresas mudan sus servicios hacia esa modalidad (Mengo, 2010).
Así que, si aplicamos la fuerza aplanadora de la caída del muro de Berlín, con todo y que trajo consigo mayores libertades de mercado y la unimos a nuestro análisis sobre la globalización; a la luz de los escritos de Heath (2009) y aplicándolo a la crisis de 2008,  consideramos que Friedman (2006) no fue muy certero al elogiar la deslocalización y las ventajas de la globalización.
Referencias
Friedman, T. L. (2006).  La tierra es plana.  Nueva York:  Farrar, Straus and Giroux. ISBN: 84-
270-3222-6
Heath, Joseph (2009). Lucro Sucio: Economía para los que odian el capitalismo, Madrid, España,
Santillana. ISBN: 9788430607624
Mengo, Renee I. (2010).  Desde la caída del Muro de Berlín a la Crisis económica Internacional
– Cambios y sucesos en el Sistema Mundial- Traído de: http://rcci.net/globalizacion/2010; Traído en: 10 de junio de 2015


No hay comentarios:

Publicar un comentario