La mayoría
de las escuelas toman el “bullying” muy en serio, ya que no sólo están
preocupados por el niño que está siendo intimidado, sino también se preocupan
por la reputación de la escuela porque habrán padres que no quieren enviar a su
hijo a una escuela que lo permita. Los maestros creen que si pueden obtener una
buena relación con los padres y canales de comunicación abierta, el “bullying” se
puede mantener en un límite. Si los maestros se pronuncian abiertos a la
comprensión de los posibles problemas en casa y si los padres aconsejan a sus
hijos sobre esto se puede hacer frente a la situación para evitar que el niño
se sienta aislado e inseguro por lo tanto, esto podría ayudar en la prevención
de un posible caso.
La mayoría
de los maestros piensan que el acoso escolar es generalmente debido a una
preocupación subyacente primaria, muy a menudo un problema en casa o con otros
compañeros. Se ha dicho que la forma en que los niños se comportan, ya sea
bueno o malo tiene una razón legítima y el niño sólo necesita ser entendido (American Academy of Pediatrics, 2008). Si el
comportamiento se considera malo, entonces es muy posible que sea "un
grito de ayuda". Los niños necesitan aprender acerca de los límites y cómo
comunicarse con los demás en todos los niveles. Si no se enseña, el niño puede
muy fácilmente encontrarse con las dificultades de comportamiento e incluso
dificultades que algunos profesores ven como acoso.
Ser un
padre es un proceso de aprendizaje que viene sin un manual o libro de texto.
Los padres a menudo se sienten ansiosos e indefensos cuando se trata del
“bullying”, porque a menudo, no saben cómo abordarlo. Tratar con una situación
de intimidación puede ser un momento emocional y puede tener un enorme impacto
en toda la familia (Pozzoli, 2009). No hay un solo conjunto de
instrucciones que le diga a un padre cómo lidiar con una situación. Obviamente
hay ayuda en la orientación, pero les resulta difícil localizar tales servicios
y no cualquier situación es la misma y debe ser tratado en consecuencia.
Un padre
puede haber sido intimidado cuando era pequeño y puede notar los signos de
inmediato y saber de hecho cómo su hijo se siente y tener una mejor perspectiva
sobre cómo lidiar con ella. Para aquellos padres que nunca han enfrentado tal
situación tratar con el tema puede parecer más difícil, pero la calma y la
comprensión es la clave, incluso después de que la situación se resuelve el
niño todavía necesitará estímulo y apoyo (Lyznicki J, 2004).
Referencias
American
Academy of Pediatrics (2008). Bright Futures: Guidelines for Health Supervision
of
Infants,
Children, and Adolescents, 3rd ed. Elk Grove Village, IL: American Academy of
Pediatrics.
Gini
G, Pozzoli T (2009). Association between bullying and psychosomatic problems: A
meta-
analysis. Pediatrics, 123(3): 1059–1065.
Lyznicki J, et al. (2004).
Childhood bullying: Implications for physicians. American Family
Physicians,
70(9): 1723–1728.
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