jueves, 14 de marzo de 2019

Reflexión sobre el “bullying”



La mayoría de las escuelas toman el “bullying” muy en serio, ya que no sólo están preocupados por el niño que está siendo intimidado, sino también se preocupan por la reputación de la escuela porque habrán padres que no quieren enviar a su hijo a una escuela que lo permita. Los maestros creen que si pueden obtener una buena relación con los padres y canales de comunicación abierta, el “bullying” se puede mantener en un límite. Si los maestros se pronuncian abiertos a la comprensión de los posibles problemas en casa y si los padres aconsejan a sus hijos sobre esto se puede hacer frente a la situación para evitar que el niño se sienta aislado e inseguro por lo tanto, esto podría ayudar en la prevención de un posible caso.
La mayoría de los maestros piensan que el acoso escolar es generalmente debido a una preocupación subyacente primaria, muy a menudo un problema en casa o con otros compañeros. Se ha dicho que la forma en que los niños se comportan, ya sea bueno o malo tiene una razón legítima y el niño sólo necesita ser entendido (American Academy of Pediatrics, 2008). Si el comportamiento se considera malo, entonces es muy posible que sea "un grito de ayuda". Los niños necesitan aprender acerca de los límites y cómo comunicarse con los demás en todos los niveles. Si no se enseña, el niño puede muy fácilmente encontrarse con las dificultades de comportamiento e incluso dificultades que algunos profesores ven como acoso.
Ser un padre es un proceso de aprendizaje que viene sin un manual o libro de texto. Los padres a menudo se sienten ansiosos e indefensos cuando se trata del “bullying”, porque a menudo, no saben cómo abordarlo. Tratar con una situación de intimidación puede ser un momento emocional y puede tener un enorme impacto en toda la familia (Pozzoli, 2009). No hay un solo conjunto de instrucciones que le diga a un padre cómo lidiar con una situación. Obviamente hay ayuda en la orientación, pero les resulta difícil localizar tales servicios y no cualquier situación es la misma y debe ser tratado en consecuencia.
Un padre puede haber sido intimidado cuando era pequeño y puede notar los signos de inmediato y saber de hecho cómo su hijo se siente y tener una mejor perspectiva sobre cómo lidiar con ella. Para aquellos padres que nunca han enfrentado tal situación tratar con el tema puede parecer más difícil, pero la calma y la comprensión es la clave, incluso después de que la situación se resuelve el niño todavía necesitará estímulo y apoyo (Lyznicki J, 2004).
Referencias
American Academy of Pediatrics (2008). Bright Futures: Guidelines for Health Supervision of
Infants, Children, and Adolescents, 3rd ed. Elk Grove Village, IL: American Academy of Pediatrics.
Gini G, Pozzoli T (2009). Association between bullying and psychosomatic problems: A meta-
analysis. Pediatrics, 123(3): 1059–1065.
Lyznicki J, et al. (2004). Childhood bullying: Implications for physicians. American Family
Physicians, 70(9): 1723–1728.


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