El propósito de
los servicios de transición es apoyar a los estudiantes con discapacidades a
medida que salen de los programas de educación especial de la escuela
secundaria y pasan a la siguiente etapa de sus vidas, incluyendo el empleo
postsecundario o los entornos educativos. La transición es un mandato federal
como parte de la Ley de Educación de Individuos con Discapacidades (IDEA, por
sus siglas en inglés), así como un marco organizacional para proporcionar una
planificación y servicios de alta calidad para satisfacer los resultados
individuales de los estudiantes.
Durante casi 30
años, se ha visto como un puente entre la seguridad de la escuela y los riesgos
y oportunidades de una vida adulta (Will, 1984). Los jóvenes con discapacidad
intelectual suelen tener necesidades complejas de apoyo, especialmente cuando
se trata de encontrar y sostener un empleo integrado. Desafortunadamente, en
comparación con otros estudiantes con discapacidades, los jóvenes con
discapacidad intelectual continúan experimentando los resultados menos exitosos
para adultos (Sanford et al., 2011). Dada la prevalencia del empleo segregado
para este grupo de jóvenes, junto con suposiciones falsas sobre capacidades y
fortalezas, muchos jóvenes con discapacidad intelectual encuentran que las
innovaciones en el campo están fuera de su alcance, incluyendo los servicios de
transición y los apoyos necesarios para pasar de la escuela a una vida adulta
de calidad incluyendo el trabajo en entornos comunitarios integrados (Fullana, Pallisera, Martin, Ferrer y Puyaltó, 2015).
A nivel
nacional, varios estados han establecido políticas que afirman que el trabajo
protegido ya no es una opción razonable o valorada para los adultos jóvenes con
discapacidad intelectual. Cuando ocurren tales alteraciones audaces en los
servicios, ocurre un efecto dominó, por lo que las expectativas de transición y
la preparación también deben cambiar. Las escuelas pueden y deben presumir
competencia y altas expectativas para luego asegurar que los jóvenes con
discapacidad intelectual estén preparados para lograr resultados de empleo
integrados, incluyendo empleo personalizado y apoyado (Fullana, Pallisera, Martin,
Ferrer y Puyaltó, 2015). Este cambio de perspectiva garantiza que los programas
y prácticas basados en la evidencia que se sabe que conducen al éxito en el
empleo se incorporarán cuando previamente no se hayan considerado.
Los indicadores
de transición y desarrollo de carrera para jóvenes con discapacidad intelectual
están ahora bien establecidos y multidimensionales. Se han establecido modelos
de programas eficaces que conducen al empleo postsecundario mediante la
investigación y el desarrollo. Los pilares esenciales del éxito de la
transición requieren un enfoque dirigido por los estudiantes y auto determinado
para la evaluación de la carrera y el desarrollo del trabajo; Y el acceso al
aprendizaje basado en el trabajo y al empleo integrado remunerado. Sólo a
través de tales experiencias dirigidas y explícitas los jóvenes con
discapacidad intelectual y sus familias estarán listos y serán capaces de
alcanzar sus sueños.
Referencias
Fullana, J.; Pallisera, Maria;
Martin, Raquel; Ferrer, Cristina; Puyaltó, Carolina; (2015)
La transición a la vida adulta de jóvenes con
discapacidad intelectual. Evaluación de un programa de formación para la mejora
de las competencias personales Revista
de Investigación en Educación. ISSN: 1697-5200 / eISSN 2172-3427 | 68 nº 13
(1), 2015, pp. 53-68
Sanford,
C., Newman, L., Wagner, M., Cameto, R., Knokey, A. M., & Shaver, D. (2011).
The
Post-High School Outcomes of Young Adults with Disabilities up to 6 Years after
High School: Key Findings from the National Longitudinal Transition Study-2
(NLTS2). NCSER 2011-3004. National Center for Special Education Research.
Will,
M. (1984). Bridges from school to working life. Interchange, 20(5), 2-6.
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